Cuando tienes relaciones se aconseja la limpieza sexual (de los dos), antes y después de una relación sexual, con agua y jabón neutro.
Si no se puede recurrir a la higiene “antes”, por lo menos deben lavarse las manos para evitar llevar bacterias.
“Después”, la limpieza no tiene que ser inmediatamente, pues el esperma es estéril: no irrita o causa daño a la piel o al interior de la vagina. Pero si se recurre a algún espermaticida en espuma, entonces se deben esperar varias horas para la limpieza de esa zona, porque el agua y el jabón anulan sus efectos.
Olvídate de las duchas o lavados vaginales después de tener relaciones como forma de limpieza o método anticonceptivo, pues esto no funciona (sólo el condón te protege de un embarazo no planeado y de una infección sexualmente transmitible).
Fuente: http://blogmoda.com/limpieza-sexual/
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