Curar la vejez: un desafío

¿La vejez es una enfermedad? Al menos no oficialmente, pero podría serlo. Los especialistas consideran que la vejez es una etapa de la vida propia de la evolución de un organismo vivo, pero lo que no pueden explicar es por qué en esa etapa aparecen una sucesión de enfermedades que se consideran "lógicas" en una persona de determinada edad.

Todos hemos visto envejecer a personas alrededor nuestro que a medida que avanzan en el tiempo comienzan a manifestar una serie de dolencias (reuma, artrosis, etc.) que consideramos "naturales". Pero las nuevas investigaciones en materia de gerontología están a punto de derribar estos conceptos y poner a la vejez en la lista de "enfermedades" oficiales. Aplicando las leyes básicas de la lógica, cabe preguntarse: "si es una enfermedad, ¿puede curarse?".

Esto es lo que se ha preguntado un congreso sobre la especialidad que tuvo lugar en Austria que entre otras conclusiones, afirma que las dolencias asociadas a la vejez aparecen por el deterioro (a veces irreversible) del sistema inmunológico, que abre las puertas a una variedad de enfermedades cuando ya es incapaz de defenderse adecuadamente como lo hizo durante la juventud. La pregunta es: ¿qué causa el deterioro del sistema inmune?

La respuesta podría ser: citomegalovirus. Al parecer este agente microbiano se contrae en la infancia, probablemente luego de los dos años y es el encargado de manifestarse en un determinado estadío de la vida y el responsable del deterioro del sistema inmunológico. ¿Eso significa que si pudiéramos evitar este contagio durante los primeros años de vida, podríamos "curar" la vejez? Al parecer , los científicos aseguran que sí.

Imaginemos entonces las consecuencias sociales que tendría una supuesta "vacuna contra la vejez". Las primeras pruebas de laboratorio ya se han llevado a cabo en gusanos, y los resultados demuestran que se ha prolongado la vida de estos animales en 5 veces. Si trasladamos la proyección a los humanos, esto equivaldría a una expectativa de vida cercana a los ¡400 años!

El citomegalovirus por lo general no presenta síntomas, pero nuestro sistema inmunológico es el encargado de que así sea. Lo que sucede es que luego de tantos años de luchar con un virus latente, nuestras defensas se desgastan hasta que el virus termina ganando la batalla.

Se estima que en los países industrializados el 70% de la población está contagiada con citomegalovirus, mientras que en los países en vías de desarrollo el porcentaje alcanza al 90%. Esto sumado a los deficientes sistemas de salud pública y otros factores, explicaría por qué las tasas de mortalidad son más altas en países más pobres: hay más infectados.

Por ahora, la teoría está dando paso a las primeras investigaciones prácticas. Falta mucho camino por recorrer, sin embargo el puntapié inicial de estos estudios ya está en marcha y tal vez nuestros hijos o nietos comiencen a ver a las primeras personas que cuatriplican sus expectativas de vida y comienzan a envejecer de manera más saludable. ¿O será sólo un sueño de la Humanidad que lucha contra el fin?