Éstos son comedones abiertos, y se forman cuando se mezclan secreciones sebáceas con células muertas. Son más comunes en la zona T (frente, nariz y barbilla), aunque ninguna zona está exenta de ellos, incluso las más secas como las mejillas.
Los vemos de color negro porque contienen muchas células concentradas en un espacio muy reducido. Los puntos negros en la piel se pueden prevenir y mejorar aunque dada la propia naturaleza del cutis y del entorno en que vivimos nunca podremos evitarlos del todo.
Sin embargo, con los tratamientos adecuados y una higiene diaria concienzuda, conseguiremos mejorar notablemente el aspecto de nuestro rostro. Además, ampliaremos esa prevención utilizando maquillajes del siglo XXI como el de tipo mineral, que deja muchos menos residuos.
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