sábado, 20 de febrero de 2010

¿Te atreves a cambiar de manicurista y que sean unos peces los que te hagan este tratamiento?

Esta rompedora y peculiar técnica permite eliminar las células muertas de la piel y devolver a las zonas más sensibles de los pies y las manos todo su esplendor y belleza, que ninguna otra manicura o pedicura consigue con tal perfección

Uno de los centros más lujosos e innovadores de Madrid, especializado en tratamientos para cuidar manos y pies, revolucionará en breve el panorama de la belleza nacional con uno de los tratamientos más espectaculares: la Ictioterapia.

¿En qué consiste la Ictioterapia? Se trata de unos pequeños anfibios que comen las pieles muertas dejando la piel sana y limpia. Estos peces viven en las cuencas de los ríos en Turquía, Siria, Irak e Irán sumergidos en agua a gran temperatura. Su principal objetivo es comerse los tejidos muertos del cuerpo y ayudar a regenerar células nuevas en la piel, permitiendo así que las heridas se curen.



Los Peces se llaman Garra Rufa tienen propiedades curativas e incluso nos ayudan a prevenir y curar algunas de las enfermedades diagnosticadas por el podólogo.



Estos pequeños anfibios medicinales, Garra Rufa, rondan los 12 centímetros de longitud y viven en aguas de hasta 40 grados. Estos peces se emplearon por primera vez en las aguas termales de Kangal, en la provincia turca de Sivás. Este tratamiento era prescrito para las personas que padecían, sobre todo, psoriasis en los pies, un enfermedad dolorosa y que, sin embargo, con este revolucionario tratamiento los pacientes mejoraban de una forma espectacular.



La Icioterapia se extendió rápidamente por Asia y fue acogida con éxito en balnearios y termas de China y Corea. En 2007 desembarcó en Japón, Singapur y Croacia obteniendo una gran aceptación. De hecho, en el país croata se encuentran los Doctor Fish Café, lugares donde saborear una bebida mientras sumerges los pies en unas peceras y te haces esta pedicura tan especial.




El pez Garra Rufa está protegido por la Ley turca; sin embargo, está permitido mantenerlos en peceras especiales que regeneran automáticamente el agua, aportándoles la higiene y la temperatura elevada constante que poseen en su hábitat natural. En el caso de no tener este clima morirían. Sólo los peces más jóvenes son los que acuden a eliminar las pieles muertas tienen una enzima en la boca que les pide ingeniarla. Estas son su único alimento y no se les debe dar otro tipo para que así acudan a realizar su cometido.

La sensación que se tiene cuando estos peces se acercan a nuestros pies o manos es de un leve cosquilleo, similar a situar los pies en una corriente de agua. Así, la sesión se convierte en un micro masaje tremendamente agradable para el cliente.

No obstante, hay que tener cuidado ya que en el mercado existe una versión de peces ?imitadores? que no son de la misma especie. Son los chinos los que han lanzado este versión de peces a los que llaman ?Chin- Chin? y Doctor Fish. Son peces que sí tienen dientes y provocan daños irreparables en la demis, son mucho más económicos y no se encuentran protegidos por ninguna ley.

Cada sesión de pedicura y manicura con Garra Rufa dura unos 30 minutos y después de sumergir los pies en las peceras especiales, se secaran bien y se maquillarán las uñas del color que se desee. La sensación, dicen, es de haberse realizado la mejor pedicura de tu vida. Aquellos que lo han probado cuentan también que el tratamiento crea adicción.

¿Te atreves a disfrutar una pedicura Garra Rufa?

Fuente: http://estherpalma.blogspot.com/2010/02/te-atreves-cambiar-de-manicurista-y-que.html

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