lunes, 5 de octubre de 2009

Ese lunar que tienes...

"Ese lunar que tienes, cielito lindo, junto a tu boca...", decía el inolvidable bolero y no hacía más que reflejar en poesía lo que siempre hemos creído sobre los lunares: son sexys. Y larga es la lista de estrellas del cine que han basado su carrera en algún que otro lunar ubicado en estratégicamente.

Sin embargo, no todo es tan simple como suena en la canción. Los lunares son tumores benignos de la piel que por lo general no ocasionan inconvenientes en la salud, a excepción de algún malestar estético. Pero resulta importante conocer su aspecto "normal" para tomar los recaudos necesarios en caso de sufrir alteraciones.

Es bueno señalar que todos los seres humanos poseemos lunares, aún aquellos individuos de pieles más oscuras en las que resultan menos evidentes. Su tamaño puede oscilar entre escasos milímetros hasta 8 centímetros de diámetro o más.

Aunque el término "lunar" se aplica a la mayoría de las displasias de la piel, existen algunas alteraciones con nombres específicos como nevus, angiomas, melanomas, entre otros.

Los especialistas recomiendan mantener bajo estricto control a los lunares pues ante la menor modificación es oportuno que sean atendidos por un profesional a fin de prevenir lesiones dérmicas más severas.

Una prueba sencilla para "monitorear" nuestros lunares es la de las 3C: color, contorno y crecimiento.
  • Color: por lo general son marrones (más claros o más oscuros). Si en cambio se tornan hacia el azul o el rojo, estamos hablando de nevus cuyo tratamiento debe realizarse cuanto antes.
  • Contorno: los lunares son simétricos y por lo general circulares. Es necesario acudir a la consulta médica en caso que su contorno sufra modificaciones y se vuelva irregular.
  • Crecimiento: en muchos casoos los lunares tienen un tamaño definitivo que se mantiene a lo largo de toda nuestra vida, pero si comienza a crecer es necesaria una visita al dermatólogo a fin de poder analizarlo.
Las extracciones de lunares se realizan de manera muy simple, con anestesia local (generalmente) y casi no quedan cicatrices. La extirpación suele ser la manera más radical y efectiva para el tratamiento de lunares que comienzan a modificarse en el tiempo.

¿Sexy? si, pero de cuidado.

Fuente: http://www.blogbelleza.es/2008/10/ese-lunar-que-tienes.html

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