La llaman la enfermedad del siglo XXI y cada vez hay más adeptos. Es la Ansiedad. Quien la ha padecido alguna vez, le habrá subido un cosquilleo por el estómago al leer la palabra. Yo no sé cómo denominarla. La enfermedad patética, terrible, excitante, siniestra…Tengo muchísimos adjetivos y casi todos malos ya que, desafortunadamente, soy una de las victimas que la padece.
Cuando te da por primera vez un ataque de pánico crees que tu día final ha llegado y que te quedan muchas cosas por hacer en esta vida. Primero vienen los pensamientos de miedo (algo malo está a punto de suceder), luego las palpitaciones, la hiperventilación, sudores, temblor de piernas y boca, sensación de inestabilidad y mareo y un “no sé qué” que te indica que no hay salida. Es lo más terrorífico que he vivido en mi vida y no se lo deseo a nadie.
Lo peor de tener ansiedad es el miedo y la angustia que queda después del primer ataque, porque sabes que volverá a pasar. Tal vez mañana no, ni dentro de una semana, pero en algún sitio, cuando menos te lo esperes Zas…te golpea de nuevo como la primera vez o incluso más fuerte.
Yo llevo años con este problema, acudiendo a terapia cognitivo-conductual. He probadode todo, pastillas, relajación, ejercicio, otras terapias, etc. y he aprendido mucho sobre el tema, pero la ansiedad sigue en mi vida de vez en cuando. De hecho, te va quitando esos momentos que más feliz te hacen (ir al gym, correr por la playa, estar sola en casa…) Decidí tomar medidas más fuertes cuando estando de shopping me atizó un ataque en medio de Dior. En fin, no es por ser frívola, pero creo que hay lugares que no deben relacionarse con esta “cosa”.
A veces pienso que las personas que la sufrimos, deberíamos llevar una especie de cartel invisible, o emanar una energia especial que diga “cuidado, no me hieras, tengo ansiedad y necesito controlarlo todo”.
No voy a seguir hablando de lo terrible que es, sin embargo, hace poco descubrí una nueva técnica llamada Mindfulness, que te enseña a ser consciente en cada minuto de ti y de la vida. Es algo así como tener Conciencia Plena y a través de ejercicios de meditación, uno aprende a controlar su cuerpo y su mente, por lo tanto sus pensamientos, que es la causa principal de la Ansiedad.
Supongo que a todos nos asusta quedarnos a solas con nosotros mismos y “saber lo qué es bueno”. Escuchar nuestros miedos, defectos y cualquier cosa que normalmente evitamos a toda costa haciendo tareas como, ver la TV o leer.
El Mindfullness, pretende que la persona se centre en el momento presente. Nada importa más que el aquí y el ahora y con ciertos ejercicios, sobre todo orientales, como la meditación, lograremos encontrar la paz y encontrarnos a nosotros mismos.
En fin, que he decidido convertirme al Mindfulness y formar parte del Universo creador y de las energías positivas que circulan por todas partes, menos por mi casa.
Ya os contaré, de momento dejo que este post fluya por el Todo cibernético y llegue a las almas que lo necesiten. Tranquilos, no voy a abandonar la Moda, pero me he dado cuenta de que una dosis demasiado elevada de fashionismo empedernido, pueden ayudar a acelerar el proceso de la ansiedad. Cuidado!
Si alguien quiere dar su opinión sobre esta u otra técnica contra la Ansiedad, por favor, manifiéstate. Gracias!!
Fuente: http://www.universodemoda.com/2010/04/ansiedad-de-moda/
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