En los últimos tiempos se está manejando un nuevo término para referirse al envejecimiento que es fruto de nuestros gestos, vivencias, tics particulares o modo de vida: el envejecimiento gestual o psicoenvejecimiento.
Arrugas, líneas de expresión, flacidez, doble papada, falta de tono… todos estos signos del envejecimiento son fruto directo de los gestos que más repetimos a lo largo de los años y fiel reflejo de nuestro carácter. No en vano, dermatólogos y esteticistas a menudo emplean en sus consultas términos como ?arrugas de la amargura, del fumador o de la risa?.
A grandes rasgos, y en líneas generales, se puede decir que:
- Las arrugas del entrecejo son signo inequívoco de largas jornadas de preocupación y tensión.
- El código de barras del labio superior es un claro indicador del número de cigarrillos que se fuman diariamente.
- Los surcos nasogenianos muy marcados pueden permitirnos adivinar profesiones de mucha oratoria como la enseñanza o la política.
- La flacidez prematura es señal de tristeza acumulada a lo largo de los años.
- Las largas arrugas horizontales asentadas en la frente ?más comunes de lo que parece? son fiel reflejo de enfados y pataletas.
- Las patas de gallo y los surcos marcados alrededor de los labios son claro reflejo de un carácter alegre, risueño y despreocupado.
- Los ojos caídos suelen reflejar fielmente la tristeza vivida.
- Las arrugas en la zona de la nariz nos hablan de episodios de nerviosismo y tics repetidos, así como un contorno de labios poco definido ?consecuencia inevitable del gesto de morderse los labios a menudo?.
- La doble papada ?además de los excesos gastronómicos? puede ser marcador de un carácter meditabundo y cabizbajo.
Fuente: http://blogmoda.com/las-marcas-de-tu-rostro/
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