Reuniones, teléfono, prisas… Hay momentos en los que tu cuerpo (y tu mente) te dice que necesita parar. Y es que de vez en cuando no está nada mal echar el freno, aunque sea sólo durante unos minutos, para relajarse. Cuando te convences de que necesitas un respiro, un momento de tranquilidad para estar tranquilo, relajado y cómodo, crear un ambiente propicio al llegar a casa puede ser un buen aliado. Es importante sentirse a gusto, por lo que te damos algunas claves para hacer de tu hogar el refugio ideal para recuperar el equilibrio.
- Elige una música que te transmita sensaciones placenteras y relajantes, desde música clásica hasta melodías chinas y japonesas de relajación que, a menudo, incluyen sonidos de la naturaleza.
- Una vez elegida la música y con ropa cómoda, enciende una vela con un color y un aroma que te ayude a aliviar el estrés. Las velas parecían haber pasado al olvido cuando llegó la luz eléctrica, pero están viviendo una nueva era, ahora que el mundo occidental ha redescubierto su magia y su encanto. Exótica combinación de luz y de aroma, se han convertido en una extensión del estilo personal que sirve no sólo para iluminar, sino, sobre todo, para bañar de estilo, energía y bienestar el espacio personal.
- Un consejo: prueba a meditar y a intentar dejar la mente en blanco, mientras contemplas las caprichosas formas de las llamas.
- Quemar incienso también puede potenciar la relajación. Y acompaña todo esto con una infusión relajante antes de acostarte, lo que te asegurará un sueño tranquilo y reparador. Ya sólo queda disfrutar.
Fuente: http://blogmoda.com/tomate-un-respiro/
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